Ayer, Marta, Mabel, Raquel su hija, Sara y yo nos fuímos a hacer la famosa ruta del Cares,
AQUÍ podeis ver de qué trata y un poco de su historia.
Son 12km de ída y otros 12km de vuelta.
Empezamos a andar a las 8:30, salímos desde Poncebos (Asturias) y aun teníamos un montón de camino por delante.
Los 3/4 de hora primeros son lo peor, comienzas subiendo unas cuestas muy empinadas, encima el camino es de piedrecillas sueltas y cuesta un huevo subir!!!
Si pinchais en las fotos las vereis mejor.

Mabel, Marta y Raquel, tomando aliento despues de la primera cuesta.

Ya habíamos andado un buen cacho!!! Veis la flecha roja?

Pero aun quedaba mucho camino por delante, mirad donde está la flecha (no se si se ve bien) pues teníamos que llegar hasta allí y seguir!!!

Es un camino muy estrecho, para las personas que sufran de vértigo no es una ruta muy recomendable porque hay mucha pendiente, pero es de una belleza impresionante.

Esos agujeros son de un tunel, por ahí pasamos.

El río Cares ahí abajo, estabamos a unos 800m. de altura. En esta época no baja con mucho caudal.

Marta, posando.

Pasamos unos túneles escabados en la roca, que no se veía ni torta y encima nos caían goteras!!!

Precioso, verdad?

Llegamos a Caín (León) a las 12:00 más o menos. Es un pueblecito precioso, pero ninguna hicimos fotos. Comímos un bocadillo al lado del río y nos compramos unos palos, que que bien con los palos, si lo llego a saber...Tambien me compré un dedal y un imán para la nevera y con la misma a las 13:30 a desandar el camino!!!

Sara, Raquel y una servidora.

Al llegar a este letrero aun nos quedaban 1 hora y 45 minutos, encima nos daba todo el sol y no encuentras apenas sombra donde descansar un poco!!!

Pero que pinta de montañera tengo


Uff lo que queda todavía

Paramos a descansar y a reponer fuerzas y nos encontramos con unas amigas!!!

Y claro...tubimos que invitarlas a merendar.

Sara las invitó a unas galletitas oreo y les encantaron!!
Y Mabel le dió frutos secos, porque las manzanas no les gustan.

Y esto es todo, terminamos a las 17:30. El camino de vuelta lo hicimos con tranquilidad, parando de vez en cuando y disfrutando de las maravillosas vistas.
Pasamos un buen día y volvímos muy cansadas, pero ha merecido la pena. Yo pensaba que hoy no podría ni moverme, llevo una vida bastante sedentaria, no estoy acostumbrada a andar y meterme semejante caminata... pero me encuentro estupendamente y con ganas de repetir la experiencia!!!